La Calzada del Gigante es una de las principales atracciones turísticas de Irlanda y una visita obligada para todos los turistas que se quedan en Belfast y muchos de los que pasan por otras zonas de la isla. Está situada en la costa nordeste de la región de Irlanda del Norte, a unos 100 kilómetros al noroeste de Belfast.
La Calzada del Gigante (Giant’s Causeway en inglés) es un paraje natural costero especialmente llamativo por los restos de la actividad volcánica que tuvo lugar en la zona hace aproximadamente unos 60 millones de años y que ha dejado miles de curiosísimas columnas hexagonales de basalto –se estima que alrededor de 38.000- en la zona costera, que se prolongan por más de 17 kilómetros por línea de la costa, se adentran en el mar y llegan a alcanzar los 12 metros de altura.
Aunque científicamente, el origen volcánico de las columnas de basalto parece claro, eso no impide que los locales tengan la leyenda de que las columnas fueron obra de un gigante local, quien las aprovechó para llegar hasta Escocia y vencer a otro rival. En realidad, la costa escocesa está a tiro de piedra e, incluso, se puede ver a simple vista en los días soleados.
La Calzada de los Gigantes tiene como gran atractivo turístico su paisaje natural, con sus columnas de basalto, sus acantilados y la posibilidad de contemplar muchas especies de aves. Es una zona para caminar y disfrutar con calma que, si podemos, es mucho mejor contemplar cuando hace buen tiempo.
Es la perla de la llamada Coastal Route (la ruta costera), que va desde Belfast hasta el condado de Londonderry/Derry durante más de 80 millas y en la que podemos encontrar pueblos pesqueros, playas, acantilados, paisajes y algún castillo. Hay quien aprovecha y hace la excursión entera de la costa en un día y otros visitantes con tiempo más limitado se quedan en la Calzada.
Llegar a la Calzada del Gigante
Para llegar hasta allí tenemos varias posibilidades. Desde Belfast, podemos optar por alguna de las muchas empresas que realizan excursiones por la zona –incluso combinándolas con otras visitas cercanas, como la de la ciudad de Londonderry / Derry-. Ir en coche es también bastante sencillo.
Para quien quiera ir a su aire- en transporte público- tiene la opción de buscar conexiones por tren y autobús. El pueblo más cercano al centro principal de visitas es Bushmills, donde se puede tomar el tren turístico de vía estrecha hasta la calzada. Para llegar hasta allí se puede ir en autobús o tren a Coleraine y, allí, tomar otro autobús hasta Bushmills. En total, unas dos horas y media para el trayecto total, cambios incluidos.
También está la opción de visitar la zona en una excursión de un día desde Dublín. Hay muchas empresas que la ofrecen. Algunas de ellas en viaje directo y otras combinándola con una visita rápida de la ciudad de Belfast. En realidad, esta última opción supone una jornada maratoniana. Personalmente, para quien quiera hacer esto recomendaría pasar una noche en Belfast y poder disfrutarla con más calma.