Al sur de Dublín hay también una serie de pueblos y pequeñas ciudades con lugares dignos de visitar. Dos de ellos son Dalkey y Sandycove, con restos de castillos, murallas y fortificaciones.
En Sandycove, por ejemplo, está la torre circular Martello, construida como defensa por las tropas británicas, que hoy alberga el museo de James Joyce. No es casualidad, ya que su obra Ulises comienza precisamente en esta torre.
Sandycove está prácticamente pegado al límite sur de la ciudad de Dublín, muy cerca de Dun Laoghaire, donde se encuentra el puerto desde el que salen varios ferries al Reino Unido.
Dalkey
Un par de kilómetros más al sur está el pueblo de Dalkey, con fama de haber atraido en los últimos años a muchas personas ricas de Dublín a sus elegantes casas y alguna lujosa mansión que otra. Entre los habitantes de su famosa Sorrento Road se encuentran el cantante Van Morrison o el piloto de fórmula 1 retirado Eddie Irvine.
En realidad, el pueblo no tiene mucho que ver. Un par de calles comerciales con el encanto típico de un pueblo pequeño y tranquilo irlandés y, luego, barrios de casas unifamiliares. Entre sus calles se pueden encontrar restos de algunas iglesias y fortificaciones y, si lo que apetece es dar un paseo, hay un camino de senderismo muy interesante hasta Bray paralelo a la costa.
El principal atractivo turístico que ver en Dalkey son los restos de su castillo, que no son demasiado amplios, pero que alberga un buen centro de interpretación histórica y actuaciones de una compañía de teatro que recrea hechos históricos relevantes del pueblo y de lo que hubiera sido el castillo en otros tiempos.
A ambos lugares se llega tomando el tren DART desde las estaciones del centro de la ciudad en dirección sur en un trayecto que no lleva más de media hora.