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Qué ver en Dublín en un día

Los atractivos turísticos de Dublín están situados bastante cerca unos de otros, eso nos permite poder verla en un solo día sin demasiados agobios.

Un punto clave de la visita Dublín es el clima. El tiempo en Dublín es muy irregular y cambiante. No es extraño que en cuestión de una hora pases de las nubes al sol, dejando entre medias la lluvia o el viento. Incluso en los meses de verano no hay garantía de tiempo estable, con lo que mi recomendación es que aproveches los momentos soleados del día para, sin dudarlo, lanzarte a la calle y disfrutar de los lugares que ver en Dublín que estén situados en el exterior.

Un buen lugar para comenzar nuestro recorrido por Dublín es O’Connell Street, la calle más ancha de la ciudad. No es especialmente monumental, pero sí que es pintoresca y es un punto muy frecuentado en la ciudad, con lo que no está de más recorrer sus poco más de 500 metros en los que veremos el obelisco del Monument of Light y la Oficina Central de Correos, lugar en el que se proclamó la República de Irlanda.

Tradicionalmente, los barrios situados al norte del río Liffey tienen fama de ser más humildes y sencillos que los del sur, por lo que no hay mucho que ver alrededor de esta avenida. Eso sí, siempre podemos darnos una vuelta por la comercial Henry Street, que -sin ser tan elegante como la Grafton Street del sur- es la principal arteria comercial de esta parte de la ciudad.

La elegante zona sur del río Liffey

Desde O’Connell Street cruzaremos hacia el sur del río Liffey, donde se concentran la mayor parte de los puntos de interés de la ciudad. Si seguimos unos metros hacia el sur por Westmoreland Street, veremos la peculiar fachada circular del edificio del Banco de Irlanda y -frente a él- el Trinity College, la universidad más antigua de Irlanda.

Trinity College

Trinity College

Podemos entrar libremente al patio del recinto y contemplar los edificios de la universidad o disfrutar de los jardines, algo especialmente recomendable si tenemos un día soleado. No obstante, lo más interesante del Trinity College está en la biblioteca -con su long room del siglo XVIII y, sobre todo, el famoso Book of Kells-, por lo que es muy recomendable pagar la entrada de la visita guiada.

Muy cerca del Trinity College, hacia el oeste, se encuentra la zona de Temple Bar, conocida por sus pubs y su ambiente de ocio nocturno, pero casi mejor dejarla de lado hasta más tarde, cuando empieza a cobrar el movimiento que la caracteriza. En cambio, seguiremos antes hacia Grafton Street, no sin antes pasar frente a la estatua de Molly Mallone, la protagonista de una de las canciones populares irlandesas más conocida en la que se la presenta como una pescadera que iba anunciando su mercancía por las calles de Dublín.

La peatonal Grafton Street es la principal calle comercial de la ciudad y es uno de esos lugares que ver en Dublín de forma casi obligada. Eso sí, a diferencia de Temple Bar -donde el movimiento de personas se produce por la tarde, sobre todo-, Grafton Street pierde casi todo su público una vez que cierran las tiendas (que en los días laborables es más pronto que en otras capitales europeas). Los fines de semana suele estar muy concurrida y es un lugar divertido, siempre con cantantes y artistas callejeros.

Grafton Street

Grafton Street

Al final de la calle, podemos sentarnos a descansar -o simplemente dar una vuelta- por el pequeño parque de St Stephen’s Green y, si queremos ver algunas de las típicas casas georgianas de la ciudad, con sus fachadas de ladrillo y sus típicas puertas, podemos pasear un rato por Harcourt Street o los alrededores de la plaza de St Stephen’s Green. Esa zona del distrito 2 de Dublín está considerada como una de las más elegantes y tradicionales de la ciudad.

De camino a la fábrica de Guinness

Una vez vista esta zona de la ciudad, tenemos que volver a desandar el camino hacia las proximidades de la orilla del río. Podemos volver por Grafton Street o desviarnos ligeramente hacia el oeste por Kevin Street para pasar junto a la catedral de San Patricio.

Desde allí, tenemos muy cerca algunos edificios de interés en la ciudad: el Castillo de Dublín, el Ayuntamiento o la exposición de Dublinia. Dependiendo de lo que nos guste, podemos entrar en alguno de ellos o no (Dublinia puede ser una buena parada en una ruta de Dublín para niños), pero no pasa nada si no tenemos tiempo o ganas de visitarlos. Simplemente, son escalas interesantes entre la zona de Temple Bar y la fábrica de Guinness.

Precisamente, la fábrica de Guinness y la Guinness Storehouse son la siguiente parada de nuestra ruta de lugares que ver en Dublín en un día. Está a unos dos kilómetros al oeste de Dublinia, ya algo alejada del centro, y es una de las visitas obligadas en la ciudad. En los fines de semana o la temporada alta turística puede estar bastante concurrido, así que mejor reservar la entrada con anticipación por Internet para evitarnos colas.

Allí visitaremos las siete plantas de la exposición en la que nos explicarán cómo se elabora la cerveza, la historia de la marca y muchísimas curiosidades sobre la misma. Lo mejor de todo llega al final, cuando puedes subir al llamado Gravity Bar– situado en lo más alto del edificio-, con vistas de toda la ciudad. Es cierto que un séptimo piso no parece especialmente alto, pero teniendo en cuenta que Dublín es una ciudad con pocos edificios de gran tamaño, es más que suficiente para tener una vista completa de la ciudad desde las alturas. Con la entrada de la Guinness Storehouse tenemos una pinta de cerveza gratis en él.

Guinness Storehouse Dublin

Guinness Storehouse Dublin

Si nos queda tiempo (hay que tener en cuenta los horarios) y ganas, podemos completar la tarde con alguna visita más. Si nos interesa la historia, la visita guiada a Kilmainham Gaol puede ser una buena opción. La antigua cárcel por la que pasaron algunos de los protagonistas de la independencia irlandesa está situada un poco más al oeste de la fábrica de Guinness. Por otra parte, si no nos hemos cansado de visitas a fábricas de bebidas, podemos acercarnos a la antigua destilería de Jameson, donde tienen también una muestra bastante interesante sobre cómo se produce el whisky (con degustación incluida).

Temple Bar y los pubs de Dublín

Y, por supuesto, no podemos acabar el día sin dejar de disfrutar de uno de los grandes atractivos que ver en Dublín: sus pubs y su vida nocturna.

El anochecer es el mejor momento para pasarse por Temple Bar y disfrutar de una pinta en uno de sus muchos pubs. El que lleva el mismo nombre que el barrio es uno de los más antiguos y de visita obligada, pero la variedad es enorme. En muchos, incluso, podremos disfrutar de música en vivo.

Temple Bar

Temple Bar es el barrio por excelencia para salir de fiesta en Dublín.

No obstante, no hay que irse a Temple Bar para disfrutar del ambiente de pubs de Dublín (aunque es una zona que merece la pena ver). En otras muchas partes de la ciudad hay pubs muy agradables, divertidos o interesantes donde se puede disfrutar mucho, algunos de los cuales os descubrimos en nuestra sección de vida nocturna.

Cómo moverse y dónde alojarse en Dublín para verlo en un día

Toda esta ruta que os hemos ofrecido aquí se puede hacer a pie. Es cierto que hay que tener ganas de caminar, pero las distancias son muy asumibles. Incluso a la fábrica de Guinness, que es -aparte de Kilmainham Gaol- el punto de interés más lejano del centro de la ciudad, se puede acceder a pie. El transporte público de Dublín, además, no es especialmente bueno, con lo que, en ocasiones, tampoco merece la pena esperar. Otra opción es sacar el billete del autobús turístico que, aparte de permitir movernos por los puntos turísticos de la ciudad, incluye unos cascos con comentarios sobre la ruta.

En lo que se refiere al alojamiento, la mejor opción si queremos ver Dublín en un día es alojarnos en la parte más céntrica de la ciudad. En los distritos de Dublín 1 y Dublín 2 (los más céntricos) hay muchas pequeñas casas de huéspedes que ofrecen alojamiento muy agradable. No son un hotel al uso, pero son muy confortables. También hay hoteles interesantes.

Si nuestro presupuesto es muy bajo, los alojamientos cerca de Parnell Square (Dublín 1) pueden ser la mejor opción. No obstante, el entorno es siempre más agradable alojándose en zonas como St Stephen’s Green, en lo mejor de Dublín 2. Temple Bar es una opción muy turística, aunque quizá demasiado ajetreada para quien busque más descanso que diversión. También la zona de Ballsbridge, en Dublín 4, también es bastante agradable y no está tan lejos del centro como para descartarlo.

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