Malahide es un pequeño pueblo con aire de lugar de vacaciones para gente adinerada situado al norte de Dublín. Muy recomendable para pasear cerca del mar o, simplemente, para tomar un café o comer en sus muchos cafés y restaurantes con aire tranquilo y buena comida.
Los lugares de interés del pueblo están divididos por la línea del DART. Al oeste, más cerca del mar, está el pueblo, con tiendas y restaurantes muy agradables y, ya junto al mar, un puerto deportivo con un pequeño paseo marítimo. Una zona, sobre todo, para pasear y conocer el ambiente de un pequeño pueblo costero irlandés, aunque un poco echado a perder por la influencia de la cercana Dublín. Es también popular la pequeña playa de Velvet Strand.
Entre todos los pequeños cafés y restaurantes de Malahide destaco el encantador Café Provence, con buena comida, bonita decoración, personal amable y precio ajustado. A veces es difícil encontrar mesa los fines de semana, pero la espera merece la pena.
El Castillo de Malahide
Por su parte, al este está un enorme parque que se extiende alrededor de un castillo. Al parque se puede entrar gratis, pero el castillo requiere la compra de una entrada. El Castillo de Malahide fue construido por la familia inglesa de los Talbot, que habitó en él hsta 1975. Su construcción data del siglo XII y tuvo un papel importante en la historia medieval de Irlanda.
Si se va con niños, les puede gustar mucho entrar a la exposición de la maqueta de la red irlandesa de ferrocarriles que está en el castillo.
A Malahide se puede llegar en tren con la línea del DART o algunos trenes regionales de media distancia que hacen parada allí, todos pasar por la estación de Connolly, o también con la línea 42 de los autobuses urbanos de Dublín, que salen del centro de la ciudad.
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