Vivir en Dublin

Buscar casa o habitación en Dublín es una tarea complicada, especialmente en algunas épocas del año, cuando llegan muchos nuevos estudiantes o trabajadores extranjeros a vivir en Dublin.

La inmigración de paises del Este de Europa y de profesionales de otros paises europeos hacen que el mercado de alquiler de pisos, apartamentos, habitaciones y estudios sea tremendamente competido, con mucha más gente buscando piso que ofreciendo y auténticas batallas por conseguir un buen lugar donde vivir.

Los precios de las casas en Dublin son altos y las calidades, generalmente, medias. El precio de una habitación en las zonas céntricas suele estar entre los 500 y 700 euros al mes, siendo un poco más reducido en los barrios periféricos o en el distrito 1 de Dublín, que tiene un poco de mala fama.

Para un apartamento en Dublín de un dormitorio, depende de la zona de la ciudad donde se busque, pero los precios normales oscilan entre los 850 y 1.200 euros, dependiendo de la zona y el estado del mismo.

Hay una opción para quien quiera ir a la aventura y no gastar mucho dinero hasta que encuentre un trabajo. Algunos de los albergues en el centro de Dublín -como el Paddy Palace– ofrecen alojamiento en habitaciones comunes por semanas o meses. Es muy barato, pero también muy incómodo y se recomienda sólo para una etapa corta y si el presupuesto no da para más.

Para ver la oferta de pisos y habitaciones en alquiler hay un portal que es fundamental a la hora de buscar alojamiento. Se llama Daft.ie y es la única guía que necesitas, aunque hay también foros, periódicos de anuncios y ofertas en los tablones de anuncios de supermercados y universidades. Desgraciadamente, no responden a la mayor parte de las solicitudes que se hacen por e-mail, así que es mejor llamar por teléfono. Desde España, por ejemplo, compensa utilizar el Skype o el VoIP Buster.

Zonas y barrios de Dublín

Quien esté buscando piso y quiera ubicarse en la ciudad debe saber que el río Liffey establece la división entre los distritos pares e impares de la ciudad. Las proximidades de la orilla norte del río Liffey son el distrito Dublin 1 y las de la orilla sur Dublin 2. A partir de ahí, cuanto más al norte o al sur se vaya, el número del distrito irá creciendo. Los distritos 3 y 5, por ejemplo, están en la zona norte más próximos al centro; mientras que los 4, 6 y 8 es igual pero en la zona sur. Cuanto mayor sea el número, más lejos estará del centro.

Tradicionalmente se ha considerado que los barrios del norte de Dublín son más pobres que los de la zona sur. Por ejemplo, los distritos 2 y 4 son zonas de oficinas y embajadas, mientras que el distrito 1 está más degradado. Pero no siempre es así, ya que hay zonas muy tranquilas y agradables en distritos del norte como el 3 y más feas y degradadas en zonas del sur, como el 8.

En general, los barrios del sur son más agradables para vivir, pero también más caros. Todo lo que es Dublín 2 es una localización excepcional para vivir, pero no es barata. Tiene cerca las zonas comerciales, los cines y la mayor parte de los pubs importantes. Dublín 4 es algo más residencial y bastante caro, pero muy tranquilo y bien comunicado con el centro con autobuses y la línea DART de tren de cercanías.

Quizá una de las zonas más agradables para vivir por un precio módico en Dublín sea el distrito 6, con Ranelagh y la comercial Rathmines. Muy recomendable. Por su parte, el distrito 8 está en plena reconversión. La zona de Cork Street es muy barata y estaba tradicionalmente mal vista, pero se están empezando a construir complejos nuevos con buenas calidades y a un precio razonable.

En lo que respecta al norte, Dublín 1 es un distrito contradictorio. Es uno de los más baratos de la ciudad, por sus casas antiguas y algún barrio de clase baja que alberga, pero es el que está más cerca de los grandes almacenes y la animación de la ciudad, sobre todo la parte más cercana a O’Connell Street. No obstante, en este distrito está también una de las zonas más atractivas de la ciudad, situada entre el ISFC y el puerto, con apartamentos muy nuevos y agradables zonas para pasear. Un poco mal comunicado, pero a buen precio.

También son bastante tranquilas las zonas de Marino y Clontarf, en Dublín 3, y Drumcomdra, en Dublín 9. Clontarf está junto a la bahía y está bien comunicada con el DART, mientras que Drumcomdra tiene también conexión con la estación de O’Connell con el tren ARROW y autobuses al centro. Ambas recomendables.

Puntos a tener en cuenta al alquilar en Dublín

Hay que tener en cuenta algunas cosas a la hora de alquilar una casa en Dublín:

– Hay mucha competencia por los pisos y habitaciones en Dublin, sobre todo en las épocas previas al comienzo de las universidades. Sé decidido y si ves una casa que te guste, no lo dudes mucho, a veces ser el primero en decidir es fundamental para quedarte con la casa.

– Eso no quiere decir que te precipites con el papeleo y el depósito. No des dinero por adelantado hasta que tengas las llaves o hayas firmado el contrato. Pide que el contrato se firme en la casa y prueba que las que te dan funcionan llaves antes de pagar nada.

– Para visitar los pisos, generalmente hay unas horas de visitas concertadas a las que tendrás que ajustarte. Es muy raro que puedas poner tú la hora de la visita.

– Si ya sabes dónde vas a vivir o trabajar en Dublin, tenlo en cuenta a la hora de buscar piso. El transporte público es, por lo general, bastante malo. Intenta vivir en zonas cercanas a tu trabajo o, por lo menos, comunicadas sin transbordo por una línea de autobuses con alta frecuencia de paso, tren o tranvía (Luas).

– Normalmente firmas un contrato por un año si alquilas el piso entero. Si te vas antes, o pagas el depósito, o encuentras un inquilino que ocupe tu lugar. Si tienes problemas o cuestiones sobre el alquiler, puedes dirigirte a la Organización Nacional de Viviendawww.threshold.ie. Son impresionantemente eficientes y amables para ayudarte.

– La mayor parte de las casas que se alquilan no vienen con televisión. Esto es debido a que hay que pagar un canon por casa que tenga televisión a la televisión pública. Quien quiera comprar la televisión tiene que pagarlo o arriesgarse a una multa o, al menos, a una visita de los inspectores.

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